DORMIR BIEN
La mayoría de las personas que se enfrentan a los problemas del sueño, tienen a su alcance una larga lista de fármacos y remedios para solventar este problema. Estas soluciones a veces nos hacen olvidar aspectos importantes de la higiene del sueño que deberíamos tener en cuenta y que en ocasiones posibilita que no sea necesario el empleo de fármacos. Vamos a ver algunos de ellos:
1. El lugar del sueño: todos conocemos que hay gente que es capaz de dormirse encima de una piedra y otros a los que les es difícil dormir en cualquier sitio. Es importante que seleccionemos el dormitorio teniendo en cuenta que debe ser la habitación silenciosa, preferiblemente no orientada al sur, ya que estaría expuesta al frío del invierno y al sofocante calor del verano, y que no esté cercana a la calle para evitar los ruidos exteriores. Algunas veces las paredes, las cortinas etc nos desagradan hasta el punto de no permitirnos descansar a gusto. Quizás no sea una solución económica cambiar estos aspectos, pero ¿qué no haríamos para dormir tranquilos?
2. La cama: es el nido del sueño. Como mueble debe ser sólido. La estructura sobre la que se apoye el colchón debería ser firme para evitar dolores de espalda. Las sábanas conviene que sean de colores sobrios y telas naturales para que se adapten a la temperatura de cada estación.
3. La almohada: no debe ser muy alta. Preferiblemente de materiales naturales y no muy blanda. La posición normal de la columna vertebral es en extensión, de forma que si empleo una almohada alta o varias almohadas no sigo esa postura y mantengo la columna cervical en flexión con las consecuencias que conlleva, siendo la más común el insomnio y los dolores de espalda y cefaleas.
4. Los colores de la noche: existen tonalidades adecuadas para el descanso. Los colores muy vivos o muy oscuros dificultan el sueño. Los colores adecuado son el marfil y el amarillo claro, pero sin lugar a dudas el que más favorece el sueño es el violeta.
5. Orientar el sueño: existen estudios que demuestran que las personas duermen mejor si orientan su cabeza hacia el norte. Además también se ha comprobado que la cama no debe estar íntimamente pegada a la pared para favorecer el descanso.
6. La posición en el sueño: dice un proverbio que el rey duerme boca arriba, el sabio de lado y el rico boca abajo. Cualquier postura es adecuada si consigue que se duerma, pero en algunas la relajación muscular está asegurada. Por ejemplo boa arriba con los brazos y piernas estirados y ligeramente flexionados. Algunas personas muestran más confort de lado y principalmente del lado derecho que favorece la digestión e impide que escuchemos nuestro latido cardiaco.
Hay grupos de investigación que han desarrollado técnicas más extrictas como la que puedes obtener en este artículo publicado en EL PAÍS: https://elpais.com/elpais/2019/05/06/buenavida/1557153231_493977.html
Espero que con estos consejos puedas mejorar tu sueño y descanso. Si a pesar de ello no consigues conciliar el sueño es posible que necesites consultar con personal sanitario.
Rosa Cárdaba.
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