¿CÓMO SUPERAR EL ESTRÉS ANTICIPATORIO?
El estrés anticipatorio es debido a una reacción frecuente en las personas que nos lleva a anticipar acontecimientos que aún no han sucedido.
Este tipo de estrés puede dividirse en dos categorías: distal y proximal.
Es posible atajar las fuentes de estrés cambiando nuestra actitud frente a ellas o adoptando medidas prácticas para remediarlas.
1. Estrés anticipatorio distal: se produce por pensar en acontecimientos amenazadores que pueden suceder o no en el futuro.
Las preguntas de tipo: ¿Y si...?, como por ejemplo ¿Y si tuviera un cáncer? ¿Y si perdiera el empleo? ¿Y si no tuviera dinero suficiente para mi vejez? o ¿Y si me atracan en la calle?
Controlar las fuentes de estrés implica poner en práctica técnicas para cambiar la actitud y solventar los problemas. De este modo se desafía al objeto de peligro o amenaza.
Una persona que teme tener una enfermedad grave, puede concentrarse en afirmaciones del tipo: La salud de mis padres es óptima, Llevo una dieta equilibrada y nunca he fumado, Las posibilidades de desarrollar un cáncer son ínfimas.
Otro método es hacernos preguntas realistas para tener los pies en el suelo, como por ejemplo: ¿Qué posibilidad hay de que esto ocurra? o ¿Qué debo hacer para evitar que esto ocurra?
Las técnicas para resolver problemas implican efectuar conscientemente ciertos pasos para protegernos del estrés. Algunas opciones son por ejemplo, tomar medidas preventivas para evitar caer enfermo, contratar un plan de jubilación a una edad temprana para garantizar la solvencia económica en la vejez, o asistir a clases de autodefensa para aumentar la confianza en uno mismo y sentirse más seguri en situaciones potencialmente peligrosas, como ir solo por la calle.
2. Estrés anticipatorio proximal: estrés que se produce ante acontecimeintos inminentes. Algunos ejemplos son un cambio de vivienda, un matrimonio o una intervención quirúrgica. Al igual que en el caso anterior, cambiar la actitud e intentar resolver el problema pueden ser de gran ayuda.
Una persona que debe enfrentarse a una operación delicada puede concentrarse en la idea de que la operación le ayudará a aliviar sus problemas de salud y aumentarán las probabilidades de vivir más años, en lugar de focalizarse en los riesgos que entraña el quirófano. Una visión más práctica consiste en informarse sobre la dolencia que sufre y la cirugía a la que va a ser sometido, para resolver con el personal sanitario las dudas que surjan y descubrir como acelerar la recuperación. de esta forma el paciente puede desempeñar un papel activo y positivo durante el restablecimiento en lugar de caer en la desesperanza.
Si quieres saber más sobre este tema, te recomiendo que leas en este enlace LA MENTE ES MARAVILLOSA un post de esta revista que es francamente interesante.
Intentemos no anticipar y vivir mejor.
Rosa Cárdaba.
El estrés anticipatorio es debido a una reacción frecuente en las personas que nos lleva a anticipar acontecimientos que aún no han sucedido.
Este tipo de estrés puede dividirse en dos categorías: distal y proximal.
Es posible atajar las fuentes de estrés cambiando nuestra actitud frente a ellas o adoptando medidas prácticas para remediarlas.
1. Estrés anticipatorio distal: se produce por pensar en acontecimientos amenazadores que pueden suceder o no en el futuro.
Las preguntas de tipo: ¿Y si...?, como por ejemplo ¿Y si tuviera un cáncer? ¿Y si perdiera el empleo? ¿Y si no tuviera dinero suficiente para mi vejez? o ¿Y si me atracan en la calle?
Controlar las fuentes de estrés implica poner en práctica técnicas para cambiar la actitud y solventar los problemas. De este modo se desafía al objeto de peligro o amenaza.
Una persona que teme tener una enfermedad grave, puede concentrarse en afirmaciones del tipo: La salud de mis padres es óptima, Llevo una dieta equilibrada y nunca he fumado, Las posibilidades de desarrollar un cáncer son ínfimas.
Otro método es hacernos preguntas realistas para tener los pies en el suelo, como por ejemplo: ¿Qué posibilidad hay de que esto ocurra? o ¿Qué debo hacer para evitar que esto ocurra?
Las técnicas para resolver problemas implican efectuar conscientemente ciertos pasos para protegernos del estrés. Algunas opciones son por ejemplo, tomar medidas preventivas para evitar caer enfermo, contratar un plan de jubilación a una edad temprana para garantizar la solvencia económica en la vejez, o asistir a clases de autodefensa para aumentar la confianza en uno mismo y sentirse más seguri en situaciones potencialmente peligrosas, como ir solo por la calle.
2. Estrés anticipatorio proximal: estrés que se produce ante acontecimeintos inminentes. Algunos ejemplos son un cambio de vivienda, un matrimonio o una intervención quirúrgica. Al igual que en el caso anterior, cambiar la actitud e intentar resolver el problema pueden ser de gran ayuda.
Una persona que debe enfrentarse a una operación delicada puede concentrarse en la idea de que la operación le ayudará a aliviar sus problemas de salud y aumentarán las probabilidades de vivir más años, en lugar de focalizarse en los riesgos que entraña el quirófano. Una visión más práctica consiste en informarse sobre la dolencia que sufre y la cirugía a la que va a ser sometido, para resolver con el personal sanitario las dudas que surjan y descubrir como acelerar la recuperación. de esta forma el paciente puede desempeñar un papel activo y positivo durante el restablecimiento en lugar de caer en la desesperanza.
Si quieres saber más sobre este tema, te recomiendo que leas en este enlace LA MENTE ES MARAVILLOSA un post de esta revista que es francamente interesante.
Intentemos no anticipar y vivir mejor.
Rosa Cárdaba.
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